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La recalibración del Ser- Kryon

Saludos, queridos, Yo Soy Kryon, del Servicio Magnético.
 
Yo sé quién está aquí. Y lo digo de la manera más amorosa: yo sé quién está aquí. Yo sé quién está escuchando, sé quién está leyendo. El reloj, tal como lo conoces, no existe en mi lado del velo. Tu realidad no es la mía.  A veces hablo de cosas que están en tu futuro, pero para nosotros están sucediendo ahora, basados en los potenciales que se ven más fuertes. Pero podemos interactuar los dos, porque el lazo más poderoso que podemos tener es lo que tú llamarías el Amor del Akasha. El lazo viene en el número de vidas, el mismo acorde del alma que tienes y yo conozco y, por supuesto, el amigo que eres cuando no estás simulando ser un Humano. Mucho antes de que hubiera planetas y galaxias, tú y yo corríamos juntos por el Universo.
 
Es difícil explicar las cosas que están más allá de toda explicación, porque el atributo de la Fuente Creadora es que siempre ha sido. Es una Fuerza que no tiene tiempo en absoluto: ella siempre es. El Tiempo, entonces, es un atributo que le ha sido impuesto a todo mediante el intelecto del Ser Humano corpóreo que existe en 3 dimensiones. Van a mirar todas las cosas y van a decir: “¿De veras? ¿Cuándo sucedió?  ¿Cuándo sucederá? ¿Dónde podría ser?” Y todas esas preguntas no tienen sentido en mi lado del velo.
 
No tienes idea de lo que has pasado antes de estar aquí sobre Gaia. No sabes qué te espera. Si supieras que estás sobre un puente, a punto de cruzar, sabrías de las cosas buenas que disfrutarás la próxima vez que vengas -o tal vez esta vez misma- y que están esperando a tus hijos.  Sabrías que el legado que has dejado aquí con tu huella será sentido en la galaxia por todos los tiempos. Es así de decisivo.
 
Y todos estos potenciales sólo eran potenciales cuando me senté ante ustedes no hace mucho tiempo, unos 25 años atrás, cuando hice que mi socio se dirigiese a ustedes y se esforzase por pronunciar las palabras: “Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.”
 
Y llegamos a lo básico. En sus conferencias, mi socio describe las cosas que están fuera de tu realidad. Te hablamos en términos multidimensionales para que  seas capaz de darte cuenta de que debes ampliar los límites de lo que verdaderamente piensas que es real. Al ampliar esos límites, se expande un elemento de tu personalidad que ni sabes que tienes y que es realmente la Fuerza Creadora que te conduce a regiones que aún no conoces. (Risa de Kryon). Y me río porque está claro para nosotros y es un misterio para ti. Pero el misterio empieza a aclararse cuando empujas las paredes de ese salón de la realidad.
 
Ser Humano, todas estas metáforas significan que, en algún nivel, debes sentarte a solas y analizar qué es lo que tienes que cambiar.
 
Planteamos temas difíciles que son personales. El título de esta corta canalización es similar al de las que dimos antes: La Recalibración del Yo, Nº 3.
 
Empezamos a formular las preguntas que son realmente básicas. ¿Serás capaz de avanzar? ¿Hay algo que te está deteniendo? ¿Hay bloqueos? ¿Cómo saber? ¿Puedes encararlo sencillamente?
 
He aquí la premisa: Como en todo lo demás que hiciste en tu vida, tiene que haber algún reconocimiento de la preparación. ¿Puedes empezar a ahondar en el Akasha con intención pura, como te dijimos que estás en condiciones de hacer? Sí. ¿Puedes empezar a traer cosas que retarden tu envejecimiento? Sí. ¿Puedes empezar a cambiar tu vida al grado de poder empezar a ver a un Ser Humano pacífico donde tal vez no hay uno ahora? Sí. ¿Puedes traer soluciones para problemas que tú no crees que se puedan resolver? Sí. Pero tendrás que prepararte.
 
Y ahora pasamos a los temas difíciles. Los psicólogos lo ven de manera diferente a la nuestra. Pero, como ellos dicen, tienes que empezar a hacer un balance de quién eres. Tienes que observar lo básico, muy, pero muy intensamente. Y hacerte las preguntas difíciles que vamos a enumerar. Es una lista de cinco puntos.
 
Mira dentro de ti. ¿Estás listo? Y me dirás: “Sí, lo estoy.” Y yo diré: Probablemente, no.
 
Quiero que mires a los Maestros del Planeta, que realmente examines sus vidas y que te preguntes: ¿Estoy listo? Es hora de que asimiles algunos de los atributos que enseñaron todos ellos. No es tan difícil, querido. Empieza con la comprensión, el reconocimiento y la intención.
 
He aquí la lista:
 
Número uno: El Miedo 
 
¿De qué tienes miedo? Y tú dirás: “No tengo miedo de nada, estoy listo para irme.” Te voy a decir algo: Tienes miedo de muchas cosas que ni siquiera reconoces. Y tal vez ni siquiera sepas de ellas porque están muy escondidas en tu Akasha aunque afecten cada día de tu vida. Y es por eso que muchos de ustedes son disfuncionales. Llevas contigo cosas de tu pasado que se incrustan en un lugar de tu conducta y hacen que te desvíes cuando ves venir algo que no te gusta. Eso es miedo. Tal vez no esté en el tope de la lista, pero es un miedo.
 
Entonces, la primera pregunta es: ¿Eso cambia quien eres, lo que podrías hacer y adónde podrías no ir? Y la respuesta es: ¡Oh, sí! Y tú dirás: “¡Espera un minuto, Kryon!” Y yo diré: Espera un minuto. Hablaré de eso en un minuto.
 
Número dos: El Ego
 
 “Bueno,  Kryon, no necesitas preocuparte por eso, ya lo solucioné años atrás.” Ah, ¿de veras? Permíteme una pregunta: Cuando estás con otros Trabajadores de la Luz, ¿de qué hablas? ¿Te sientas  y escuchas y te deleitas en la belleza de lo que ellos tienen para decir, o te pones a hablar de lo que estás haciendo tú? (Risa de Kryon) Hablas de cómo trabajas sobre ti mismo, sobre tus procesos. Es una forma de ego, querido, por si no lo sabías. Tal vez estés orgulloso de cuánto has logrado en tus procesos. Apenas puedes esperar para contárselo a todos. Así que te doy un ejercicio: La próxima vez que vayas a una cena, la próxima vez que salgas con amigos, he aquí tu tarea. Y averigua si te resultó fácil o difícil. No digas nada sobre ti mismo. ¡Cero! A menos que te pregunten. Esto te va a decir cuál es tu hábito. Hay algunos entre ustedes que lo tiran sobre la mesa para que todos los demás se enteren, ya sea que quieran enterarse o no. Ese es el ego de un Trabajador de la Luz orgulloso de lo que ha hecho. ¿Los Maestros de la Tierra hacían eso? Cuando se reunían con otros, ¿los oías hablar de sí mismos? La respuesta es no. Se sentaban a los pies de quienes venían a verlos, los escuchaban y enseñaban y los alimentaban. Y los amaban.
 
Número tres: La Ira
 
¿Y qué hay de la ira? Y tú dirás: “Bueno, yo no me enojo muy a menudo.”  Yo no te pregunté eso. ¿Qué te hace enojar y por qué? ¿Cuál es el detonante? ¿Y por qué está allí? ¿Cuál era el detonante  en los Maestros? Te doy la respuesta: no tenían. No, realmente. Realmente, no. Tenían desilusión. Y las cosas que los desilusionaban eran las que los desilusionan a muchos de ustedes. La guerra desilusiona. La inhumanidad desilusiona, la falta de equilibrio desilusiona.
 
¿Qué te enojas? ¿Qué desata la ira en ti? Y tú sabes qué es. Si tienes alguna cosa que siempre te hace enojar, tienes algo que trabajar. Y dirás: “Espera un minuto, Kryon. ¡Eso no es culpa mía!” Y yo diré: Espera un minuto. Ya voy a llegar a eso.
 
Número cuatro: Reacción
 
 ¿Ante qué reaccionas? ¿Qué es lo que hace que apenas puedas esperar para retrucar? Tal vez es político. Alguien dice algo y tú tienes otra cosa para decir.  Reaccionas. ¿Qué te saca de tus casillas? No es ira. Es reacción. Te digo qué es la reacción: defensa. Si alguien dice algo sobre ti que no es cierto sino descaradamente falso, sea por su ignorancia o por algún malentendido, ¿reaccionas? ¿Quieres poner las cosas en su lugar, tal vez? ¿Quieres decirle qué es lo correcto, tal vez? ¿Y cuánto de eso viste en los Maestros que caminaron por este planeta, querido? Cuando los acusaban, ¿los veías estallar? ¿O darles un sermón sobre lo que estaban haciendo mal? ¡No había disparador! ¡No había reacción! ¿Te diste cuenta?  Los Maestros estaban en paz completa y total. Alguien te dice algo de política… Más vale que trabajes sobre eso.
 
-        “Un momento, Kryon. ¡eso no es culpa mía!”
-         
Número cinco: Emitir Juicio
 
Esperaun momento. ¿Estarás juzgando a alguien o a algo?. Cualquier cosa. A cualquiera. Cuando miras a otro, ¿qué es lo primero que ves?  Y tú dices: “¡Yo no soy una persona juzgadora!”  Yo no te pregunté eso. ¿Qué es lo que ves? ¿Qué veían los Maestros cuando miraban a alguien? Veían a Dios en él. Es lo primero que veían. No importaba la situación, no importaba el lugar, no importaba el contexto.
 
Alguien te encierra en la autopista, ¿ves a Dios en él? (Risa de Kryon). ¿Entiendes lo que digo? ¿Cuál es tu disparador, querido?
 
Tú haces tus suposiciones y el Ser Humano tiene las suyas. De modo que ahora dejo hablar  al Ser Humano y digo: “No comprendes.  Ya vine con estas cosas y he tratado de erradicarlas toda mi vida. Sí, ya sé que a veces juzgo y a veces reacciono y a veces me enojo y no me puedo contener con la política. Es lo que mis padres me enseñaron y está incrustado en mi mente. No puedo evitar hacer ciertas cosas como las hago, porque es lo que soy, Kryon. ¡Soy un Ser Humano y no soy realmente un Maestro, de modo que no hay caso!” (Risa de Kryon). Porque estos son atributos humanos y yo te digo: ¡Ya era hora de que entendieras qué son! ¡Estos son engramas, una plantilla con la que viniste y que suplica que la cambies! ¡Suplica que la cambies! Para cada excusa que me das, te diré que los maestros te mirarían y dirían: No debes tenerlo. ¿Por qué no te liberas de eso? Tú supones que eso está allí para siempre. Lo adheriste a tu persona y así es como es. Y estás equivocado. (Risa de Kryon).
 
Entonces, lo que te digo en esta corta canalización, querido, es que cada cosa de la lista que recorreremos otra vez en un minuto, te fue dada para alterarla. Y en la alteración de estas cosas, esa recalibración de tu personalidad básica te llevará más rápido a volverte más cuántico, a moverte en tu vida hacia las cosas que realmente quieres. Despeja estos obstáculos de tu camino para que puedas avanzar en todas las cosas que hemos estado enseñando. Si no lo haces, va a ser más difícil.
 
Psiquiatras y psicólogos: Dios bendiga a estos Seres Humanos porque trabajan con otros Seres Humanos y tratan de ayudarlos en sus vidas. Se dedican a ellos, están absolutamente dedicados. Lo interesante de los psicólogos y psiquiatras es que la mayoría de ellos están desequilibrados (Kryon se ríe y el público también). Y eso es lo que los condujo al acertijo de ayudar a la humanidad. Saben qué se siente, porque lo ven en sí mismos, lo estudian, lo corrigen, siguen adelante, lo enseñan. Es universal, ¿saben? Pero si les preguntan qué hacen, contestan: “Trabajamos con un modelo estático de comportamiento humano. Tratamos de deshacer algunas de las cosas que ha hecho el Ser Humano. Observamos su pasado, tratamos de ponerle una vendita mediante la toma de conciencia, el darse cuenta, la práctica, la repetición, mediante un programa de 12 pasos, si es preciso, para liberarse de adicciones, de miedos, de todas esas cosas, basados en un  modelo estático que  no puede cambiar jamás.“  Y esa, querido Ser Humano, es la diferencia entre lo que era y lo que es. Porque ahora te estamos diciendo algo y vamos a recorrer la lista otra vez.
 
¿Ha ocurrido algo en tu vida que pueda reescribirse? No puedes cambiar  el pasado, pero sí puedes cambiar la forma en que reaccionas ante él. Las mismas cosas que usas como excusa para lo que haces van a pertenecerles a otros humanos, no a ti. Porque empezarás a reescribir los verdaderos engramas de tus rasgos de personalidad para representar adecuadamente a los Maestros de la Historia. Cuando empieces, descubrirás que no es tan difícil como temías. Todos los miedos que llevas en el subconsciente se basan en las experiencias de vidas pasadas. ¿Qué evitas? ¿Qué es lo que no quieres hacer? Todas estas cosas, algunas inexplicables para ti, pueden despejarse.
 
Te hemos dado el proceso antes. Se empieza preguntando activamente. Entonces empiezas a practicar estas cosas y a entrar en aquellos lugares adonde no quieres entrar. Empiezas a dirigirte activamente a esas regiones a las que nunca irías. Si eres tímido, empezarás a hablar con las personas sin que ellos te pregunten cómo estás. Pronto encontrarás que es más fácil de lo que pensabas. Pronto dejarás de desviarte de lo que ves venir. Porque eso es lo innato en tu cuerpo: la inteligencia de tu cuerpo comienza a cooperar con ese deseo de erradicar los miedos subconscientes y ellos desaparecerán. Lo garantizo. No los vas a cubrir con un programa. Se van a ir. Porque vas a reescribir la información que solía estar allí con la información nueva que vas a crear.
 
El ego nunca será un problema. Estarás orgulloso de tí mismo de una manera apropiada y nunca tendrás que contarle a nadie lo orgulloso que estás porque el Espíritu lo sabe y está orgulloso. ¿No te alcanza con que el amor de Dios te lleve de un lugar a otro y te diga: ¡Dios te bendiga, estamos muy orgullosos de ti, te amamos!? Eso debería ser suficiente.   No necesitarás contarle a nadie ninguna cosa que hayas hecho, a menos que te lo pidan.  No sentirás el deseo de divulgarlo y no querrás hacerlo. Nunca más abrirás una conversación con “he aquí quién soy, he aquí lo que hago y lo que hice.” Tal vez en las guías de autoayuda: He aquí cómo me ayudé.  No lo necesitarás, porque estarás completo.
 
Esto no les cabe a todos en la sala, pero sí a algunos de ustedes. Es duro escuchar algunas de estas cosas.
 
La ira es un producto del pasado. Te enojas porque algo desencadena tu ira. Lo que responde en tí es una información. Estás programado. Esta vida, alguna del pasado… no importa dónde sea. Estás programado. Y lo sabes porque te enfada. Estás de veras respondiendo emocionalmente. Tu química empieza a cambiar, tienes que admitir que esto es bastante profundo. ¿Te gustaría eliminar el detonante? Si reescribes la información, ya no te enojarás más.
 
¡Ah, puedes desilusionarte! ¿Sabes cómo diferenciarlo? Ya no estará la química de la furia, todo eso que hace que tu corazón lata rápido, que te inflama, que hace que tu mente literalmente se bloquee. Eso se irá. Ya no habrá disparador de la ira. La ira ya no será un atributo de tu vida. Empezarás a darte cuenta después de cierto tiempo. ¿Desilusión? Si. ¿Pena, empatía, compasión? Sí. Ira, ya no.  
 
Muchas veces dijimos en el pasado: ¿Puedes alcanzar ese punto en el que otro Ser Humano te señale y te insulte y te acuse de cosas incorrectas y tú puedas mirarlo a los ojos y sólo sientas pena porque tiene un mal día? Ira, ya no. ¡Y tampoco reacción! No es como antes. ¡No hay reacción! ¿Puedes llegar a ese punto en el que ya no reacciones ante las cosas que normalmente te hacen reaccionar? No tienes control. La reacción es una programación automática en tu atributo de personalidad que no puedes controlar.  Te defiendes automáticamente. Hablas automáticamente cuando oyes algo que no te gusta. ¿Qué tal si pudieras reescribir ese engrama? Puede ser que no estés de acuerdo, pero ¿por qué tienes que responder? ¿Por qué tienes que defender algo? Esa es la idea que otra persona tiene de ti, no eres tú. ¿Qué hay que defender? Cuando Dios te ama al grado que te amamos, y te ve como un Ser Humano divino  caminando por este planeta perfectamente, con sus lecciones de cada día… ¿no te alcanza con eso? Si alguien te acusa erróneamente, puedes desilusionarte. Puedes sentir compasión. Y no reaccionar. ¿Lo haces? No necesitas reaccionar.
 
¿Qué clase de juicio emites sobre los que te acusan falsamente? Hay ciertas palabras que podrías haber usado en el pasado. ¿Cómo juzgas a aquellos que están en la ignorancia o tal vez mal informados y que van y hacen algunas cosas? ¿Cuál es tu juicio sobre los que creen en algo que tú no crees? ¿Cómo los ves? Este es uno de los más grandes, queridos. Lo creas o no. ¿Cómo los ve Dios? ¿Cómo los ve un Maestro? Hay millones de Seres Humanos que creen en ciertas cosas espirituales a las que tú no adhieres necesariamente. ¿Qué ves en ellos? ¿Qué ves en su fervor? Te digo lo que ven los Maestros, y que esto sea tu prueba.
 
“Bendito el Ser Humano que encuentra a Dios en cualquier lugar, en cualquier forma. Porque eso es apropiado para su sendero.”  No juzgues a aquél que no encontró a Dios como lo encontraste tú, alma vieja.  Porque como sea que lo haga, es suficientemente bueno para su sendero por ahora. Celebra el hecho de que ha querido hacerlo  y encontrar al Creador en su interior de cualquier modo. Si quiere subir escaleras, o llamar, o llorar, si quiere asignarlo a un profeta, está buscando lo mismo que buscaste. Está en su propio sendero, en su propio tiempo. ¡Míralo con compasión, comprensión y alegría! ¡Así es como Dios lo ve, alma vieja!
 
Cinco cosas que te pedimos que observes en tu interior. Estamos yendo a lo básico, ¿verdad? Cada una de las cinco. Empieza a despejarlas.  Te digo, querido, que si cualquiera de las cinco está desequilibrada, vas a tener problemas para avanzar.
 
Estos son los atributos en los que queremos que trabajes sobre tí mismo. Y cuando hayas logrado aunque sea una corrección parcial de cualquiera de ellos, aunque sea la intención que comienza, es como si se abriera una puerta. Y las cosas que has pedido empiezan a acomodarse.
 
No te diría estas cosas si no fuesen ciertas. Este es el sistema en su mejor expresión. Practica la Maestría con los ejemplos que te han dado a través de la historia. Empieza a cambiar quién eres para avanzar hacia quién serás. Y eso cambiará la Tierra. ¡Eso cambiará la Tierra! Y esta es la tarea para el alma vieja hoy.
 
Y así es.
 
   

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