La larva se arrastraba con dificultad presintiendo una pronta transformación, no sabía con certeza de qué se trataba. Le habían dicho que su naturaleza interna era ser una mariposa, pero la larva al ver lo que la realidad le mostraba, pensaba que era ridículo y que eran solo fantasías y habladurías, "qué sabrán ellos, además estoy vieja para cambiar!!" protestaba molesta.
Ella pensaba que su muerte estaba por llegar, su caparazón le molestaba y cada vez era más difícil de llevar, su instinto le decía que debía subir a una pequeña rama y fijarse en ella para esperar. Unas mariposas que revoloteaban cerca le decían: dejate llevar te vas a transformar!!, pero la larva no quería escuchar y pensaba, "pero si ésto es lo que soy, me he arrastrado todo mi vida llevando éste caparazón cómo se atreven a decirme que me transformaré en mariposa si una insignificante larva soy!!?".
Al caer la tarde sintió que se debía recoger en su crisálida y algo en su interior más fuerte que su voluntad le susurraba "ha llegado la hora de transmutar" . La larva viendo que no le quedaban fuerzas para luchar y con un suspiro de resignación y aceptación, por fin se dejó llevar!.
Su cuerpo de oruga se comenzó a disolver hasta formar una mezcla de substancias y con el tiempo comenzaban a aparecer formas de lo que parecían alas. Luego de que el nuevo ser estaba formado, las alas comenzaban a empujar con cuidado pero firmemente la crisálida para abrir una salida. Cuando su nueva realidad con forma de mariposa estaba completa y libre de su antigua carga, extendió sus bellas alas para fortalezerlas y sin recordar quién fue ni porqué salió de un caparazón, emprendió su vuelo majestuoso mostrando sus hermosos colores junto a las otras mariposas que festejaban su despertar.
Muchos de nosotros llevamos la carga de nuestro caparazón arrastrándonos en una realidad creada por nosotros mismos, creyendo que no somos más de lo que vemos. En el camino encontramos quien nos intentan hacer entender que no somos solo lo que vemos y que podemos cambiar, que podemos transformarnos en lo que realmente somos y que existe latente en nuestro interior. Pero, como la oruga, nos resistimos a creer, los miedos y apegos nos atan a nuestra carga llamada personalidad, y continuamos llevándola por miedo a cambiar y nos mantenemos en la zona "segura" por miedo a volar.
Se puede tener miedo a la luz?, se puede tener miedo a la paz?, se puede tener miedo al genuino amor?. Pero hay algo importante que se necesita para cambiar, la condición de Aceptar, aceptar nuestra realidad de lo que creamos y aceptar quien realmente somos. Según la ciencia somos energía en esencia y la energía es luz, por lo tanto es nuestra verdadera naturaleza.
La oruga, aunque arrastrara su caparazón, su esencia era de mariposa, y siempre lo fue. Su desafío quizás era experimentar la condición de larva pero con conciencia de mariposa.
No será lo mismo para nosotros y que debemos experimentar ésta realidad con conciencia de un Ser de luz ?. La transformación de larva a mariposa continúa siendo un misterio en el mundo natural, inclusive para las teorías de Darwin y que al parecer el eslabón perdido al final no está tan perdido, si no tan cerca que no lo podemos ver.
El cambio llegará creamos o no, lo aceptemos o no. Lo haremos con conciencia de larva o de mariposa?
"Déjate llevar, te vas a transformar!!", te atreves a cambiar?.
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