domingo, 7 de abril de 2013
José habla con Dios. Parte II
José se despertó en su celda con el ruido de las llaves de los guardias que iban abriendo las pesadas puertas, se vistió y miró hacia afuera por la pequeña ventana con rejas y que daba a un muro de unos tres metros de altura con alambres de púa sobre ellos, recordándole cada mañana la cruda realidad en la que estaba.
Había tenido un sueño hermoso, en el que se encontraba en la cima de una montaña mirando una cascada inmensa de agua y rodeado de una hermosa vegetación, todo era de colores brillantes y lo más importante es que estaba libre. Pero al despertar y ver donde realmente estaba, el sueño se tornaba una tortura.
Se fue a trabajar con los otros prisioneros a la lavandería de la prisión acompañados por los guardias de turno. A su vuelta al pabellón comió con pocas ganas ya que la comida de la prisión dejaba mucho que desear.
Cuando volvió a su celda, se sentó en la cama y entonces vió un papel que estaba escrito, era el papel que había escrito de su conversación con Dios. Su primera reacción fue sonreír sarcásticamente y pensando la locura de aquella idea. Pero también se acordaba que mientras lo escribía se sentía bien, le gustaba las respuestas que leía del supuesto "Dios". Después de dar vueltas y mirar el papel de reojo, lo tomó en sus manos y no pudo contenerse, tomó el lápiz y como si de una fuerza extraña y poderosa se tratase, comenzó a escribir.
Bueno aquí estoy otra vez, hablando con Dios o... conmigo mismo?
Todavía tienes dudas?
Lo vés? ahora mismo no sé si la contestación viene de tí o de mí!
Te sugiero que continuemos hablando y quizás se te vaya aclarando ése dilema.
Por un lado ésto me parece ridículo pero por otro...no sé me hace sentir bien, quizás sea porque es como estar hablando con alguien o con un amigo.
Es que soy tu amigo, siempre lo he sido!
Sabes? tuve un sueño hermoso, estaba en la naturaleza en un lugar paradisiaco y sentía una paz inmensa y no había ni señales de la prisión. Pero cuando me desperté sentía que quería llorar y sentía frustración y bronca de estar donde estoy. O sea que al final el bonito sueño se transformó en pesadilla.
Yo te llevé a ése lugar.
Pero no te das cuenta de que ése tipo de sueños en el que estoy en libertad me hacen daño cuando me despierto en mi celda?
Cómo crees que ése sueño no te haría daño?
Bueno éso es fácil de responder. Pues sintiéndome libre de verdad o sea ahora mismo. Pero éso es imposible sentirlo en una prisión.
A qué prisión te refieres, a la de afuera o a la de aquí dentro?. Porque te diré hijo mío, eras más prisionero cuando estabas afuera que lo que estás aquí dentro.
A qué te refieres? no me digas que ésta prisión no es peor!!
Afuera tenías que cargar con tu ego, mantener una imagen, responder a las demandas diarias, trabajo, relaciones, dinero y otras muchas cosas más. Todo éso aquí no existe, ni si quiera tienes un nombre, aquí te reconocen por un número y no se te exige que seas "alguien". simplemente eres!! lo vés?
Bueno visto de ésa manera suena lógico. Caramba!! cómo es posible que salgan ésas palabras de mì?
Comienzas a comprender con quién estás hablando de verdad?
Mmm...creo que te pondré a prueba con algunas preguntas que yo mismo no sé responderlas, y de ésa forma y si me las contestas quizás, y digo quizás, comience a "sospechar" que eres realmente Dios.
Vaya o sea que está poniendo a prueba a Dios?!
Así es!
Bien ésto va ha ser divertido!! Por fin te darás cuenta quien realmente eres.
Yo sé quien soy!
Entonces porqué no me reconoces como Dios?
Pero yo no soy Dios.
Bien pues entonces comencemos con las preguntas y así te darás cuenta de que yo no solo soy Dios si no que también soy José.
Mira que eres cabeza dura!!
Me hablas a mí o a José?
Vaya también Dios es gracioso?
Yo inventé el humor.
Okey me rindo.
Continuará...
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