Rony había llegado al límite de de sus fuerzas, llevaba varios meses luchando en su trabajo, hacía horas extras para poder ganar un poco más y así pagar sus deudas y que le quedara lo suficiente para vivir. Catorce horas diarias de trabajo que no le permitían ni siquiera descansar lo necesario, y ni hablar de permitirse alguna actividad para relajarse o disfrutar, simplemente no tenía tiempo. No se alimentaba bien, todo era comida rápida o congelada y lista para hacerla en el microondas, por lo que un día su cuerpo enfermó. Dolor de estómago, dolores de cabeza, resfriados y un montón de cosas más.Y por si todo éso fuera poco, una mañana su novia le llamó por teléfono y le dijo que ya no podía continuar con la relación y lo dejó.
Rony casi no tenía vida, sin amigos ni nadie con quien hablar, apenas con sus 28 años ya parecía un viejo sin sueños ni proyectos que realizar. Solo era el trabajo, un rato la televisión y luego a dormir para que a las cinco de la mañana volver a despertar y así comenzar otro día y volver a luchar.
Por la mañana limpiaba en un hospital y por la tarde de lava platos en un restaurante. Ya no sabía lo que era sonreír, divertirse y ni siquiera soñar.
Un día al atardecer y al salir de trabajar, se dirigió a la parada del autobús y esperó con sus ojos perdidos en algún lugar fuera de ésta dimensión, era como un robot. Estaba como hipnotizado, no había algún pensamiento concreto en su mente, la sensación era de que ya todo le daba igual y que su vida era como una caja vacía la cual no podía llenar.
Subió al autobús y se sentó en los últimos asientos apoyando su cabeza y mirando a la gente pasar. Luego de un suspiro apareció en su mente por primera vez el escalofriante impulso que quería morir. Las lágrimas comenzaron a brotar. De repente sintió una voz a su lado que le dijo: Mal día?, Rony miró de donde venía la voz y vió a un anciano con pelo plateado y la piel dorada por el sol, a pesar de su cara arrugada su cuerpo era atlético y se veía fuerte, tenía unos jeans viejos y gastados y llevaba una camiseta blanca con una inscripción que decía "Coca Cola...vive la vida!", llevaba unas sandalias de cuero y tenía una pequeña bolsa de viaje en sus manos.
Mis días son todos malos, replicó Rony con frialdad e indiferencia.
Piensas hacerlo? preguntó el viejo. Hacer qué? Pues terminar con tu vida. Rony un poco sorprendido le preguntó: cómo pudo saberlo?, porque lo dijistes en voz alta. Rony no se había percatado que lo había expresado de ésa forma. Porqué no? después de todo mi vida no tiene sentido y ya todo me da igual.
El viejo sonrió y disparó: yo creo que eres un estúpido perdedor!!. Rony sintió como un golpe en su pecho y con ira descargó: A quién le llamas estúpido?!, no tientes tu suerte viejo!, dijo con tono amenazador. El viejo sonrió y volvió a decir: confirmado, eres un idiota!!.
Rony no pudo aguantarlo, se levantó de su asiento y agarró al anciano de sus hombros sacudiéndolo y gritandole: no te das cuenta viejo que te puedo hacer daño si así lo quiero?!. El anciano lo miró profundamente con sus ojos de un celeste profundo y le puso su mano con ternura en el pecho sin decir nada. Rony al ver sus ojos y sentir su mano en el pecho, sintió que su cabeza y su cuerpo se aflojaban de tal forma que apenas podía mantenerse en pie. Rony se dejó caer en el asiento, su cuerpo estaba totalmente relajado y con un sentimiento de paz como nunca lo había experimentado antes, luego miró al viejo a sus ojos y rompió a llorar y con vos temblorosa le preguntó: quienes eres?, soy sólo un anciano indio caminando entre dimensiones y descubriéndome en cada experiencia y de ésa forma despertando de éste sueño llamado realidad Mi orígen son las estrellas pero nací en tierra Inca y bendecido por el Tata Inti (Padre sol) y fecundado por Mama Quilla(Madre Luna). Y como ves no todo te dá igual; al llamarle estúpido reaccionastes porque todavía te importas o por lo menos a tu ego le importas y estás en un punto de tu vida en el que se te dá una gran oportunidad...la oportunidad de vaciarte para luego simplemente Ser. Pero que me hicistes? mi cuerpo simplemente se aflojó y sentí una gran paz interior. Bueno sólo entré en tu campo energético y conecté con tus filamentos vitales que están conectados con tu verdadera esencia, por lo que el falso "Tú" se desconectó.
No lo entiendo, pero parece que sabes lo que dices y me hace sentir bien, algo que hace mucho tiempo no sentía.
Bueno tengo que bajarme en la próxima parada, debo tomar otro autobús,dijo el anciano, Entonces Rony se apresuró a preguntarle: Pero cómo te llamas, podemos encontrarnos otra vez, dónde vives?
Me llaman Don Ángel y vivo muy cerca de la hacienda del Pilar. Luego el anciano se bajó de un salto del autobús con una agilidad fuera de lo normal para su edad, y Rony no tuvo tiempo para preguntarle más.
Rony había quedado choqueado con la experiencia, su cuerpo y su mente habían quedado en estado de paz y éso le gustaba, así que decidió que el fín de semana iría a buscar a Don Ángel.
Fin parte 1 de 3
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